Sin destinatario
Para los que pidieron y no les dí antes, aquí va un poema que ostenta su título gracias al lugar desde donde usualmente escribo mis poemas ahora: el menú de mensajes de mi celular y su carpeta borrador.
Tengo dos días sin salir de día, sin tomar un poco de sol. Me da alergia caminar calzada, no soporto el frío de las oficinas. Es tan creíble lo que digo que no me cuestionan más que el sabor de la sal en labios prestados. Y todo el resto de secretos se mantienen bajo lluvia. Me gusta sospechar de un rosa amarilla con vino tinto, porque suelo darme entera a ese precio: nunca dudes del color de la suerte.
Tengo dos días sin salir de día, sin tomar un poco de sol. Me da alergia caminar calzada, no soporto el frío de las oficinas. Es tan creíble lo que digo que no me cuestionan más que el sabor de la sal en labios prestados. Y todo el resto de secretos se mantienen bajo lluvia. Me gusta sospechar de un rosa amarilla con vino tinto, porque suelo darme entera a ese precio: nunca dudes del color de la suerte.
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