Transitar
Los primeros recuerdos que tengo incluyen el golpeteo en la cara de la cinta que ataba mis trenzas, mientras iba sentada atrás en la camioneta Datsun de mi papá rumbo a Barranca, La Vega. O sentada encima de un puente sobre un canal de riego, que mi papá ayudó a construir en los 60. O caminando a pie de mano de mi mamá en la ciudad o hacia la casa de su madre. Recuerdo también las cientos de veces que esperé en la carretera una guagua de transporte público, la hinchazón en la cabeza por una pirueta mal lograda en el andén del Zoológico Nacional. El calor asfixiante esperando gasolina en la misma Datsun en la escasez de los 90. Transitar, caminar. Ese mover el cuerpo de un lugar a otro. El placer de la brisa en la cara, con aromas nuevos o amadamente conocidos... El reto de llegar hasta que haya un camino y a partir de ahí, trazar uno nuevo. La nostalgia de desandar con los fantasmas o crear recuerdos mejores.