Agradecida
Apenas hoy me doy el espacio de respirar, tomarme una Duvel en casa y sentirme bien, feliz porque el martes 2 todo salió bien. Incluso divertido y alegre. Presenté Gastrocuento en Santiago, mi ciudad, mis luces. Mi puerto eterno. Y se sintió tan bien decir este libro es mío, para bien o para mal: para que sea leído. Estoy muy agradecida, con todas sus letras y consecuencias, con la gente que me ayudó y acompañó en una noche de botellas desbordantes en palabras y las luces azules del Bar Moisés Zouain. Es como dice un cuento por ahí: "en medio de todo, las cosas suceden."
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