Ser adulta

El domingo, de mañana, me percaté de que me habían sucedido en dos días cosas que no pensé que significaran tanto. El pasado viernes me gradué de inglés, así que se supone que hablo la lengua de Eminen, George Bush y Bill Gates (el cliché de Shakespeare está en desuso). En ese mismo evento y sin sospechar en principio, reconocí en la cantante Nayeli Germoso a mi amiguita de juegos de muñecas en las cercas divisorias de nuestras casas, de tardes de corridas de carritos con José Rafael, a la hermana del pequeño Enrique. Aunque recordamos esa inigualable e irrepetible etapa de nuestras existencias, sabemos que jamás volveremos a ella.

Luego de ese viaje al pasado versión inglés, el sábado presenté mi tesis de grado junto a mis compañeras Ana Carina y Altagracia. Durante mi intervención, más que nervios percibí la sensación de estar emitiendo en ese instante todo lo aprendido durante cuatro años de docencia y 16 meses de de investigación. La percepción de alivio me acompaña hasta hoy.

El domingo, luego de cumplir con mis compromisos laborales, pensé: Cómo y hacia dónde va mi vida ahora? Qué puedo esperar de mi? Ya está comprobado que mi niñez está finalizada, canta y es universitaria como yo. Mi adolescencia también es pasado, incluso trabajo, me pagan y estoy pronta a graduarme. Presiento que ya soy adulta. Esa sensación de "hay que pagar el teléfono", "mañana no puedo, estoy llena", "avísame cuando vayas", y otras frases son síntomas ineludibles de que somos grandes, cuasi independientes, dueños de nuestro futuro y capaces de decidir.

Este fin de año, en mi lista de propósitos aparecerán cosas que creí no podría planear hasta 2010, saldrán otras innecesarias y será el inicio de nuevos sueños y planes, tan disímiles a los que llenaron la hoja del 2001. La cédula ya funciona.

Comentarios

Romy ha dicho que…
ey buenas....felicidades por este espacio...
en cuanto a la apublicación, los libros han sido publicados, pero se presentaran conjuntamente con la premiación de enero.

Entradas populares