Feriado del Trabajo y Feria

Como prometí en el post anterior, hay que hablar de la Feria del Libro 2008 y sus calores, de la lluvia y otros aciertos del tiempo. Hay que escribir sobre los Junot y Walcott que no ví, sobre los libros de amigos que se presentaron (Arlyn y Carlos: niños libro!!!!).

Me permito decir algo sobre las largas filas del Metro, las premiaciones que no incluyeron mi nombre, las metamorfosis hechas camisetas, la persecución de un cepillo de dientes (saludos, Evelyn), las filmaciones de películas en el Conde, las canciones de Jesús Mullens en Casa de Teatro, los cafés de Café Bohemio (ay señor Llibre)...

Podría abundar muchísimo sobre si la gente estaba más interesada en las actividades que años anteriores, que si los libros estaban + o - en precios, cantaletear la necesidad de ir y visitarla por más días y con más recursos monetarios.

Quisiera mostrar las imágenes que se están alojando en mi memoria, no las que certifican mi presencia. Quisiera o mejor, desearía (¿Arlyn?!) detallar minuciosa y antojadizamente mis dos visitas, la post graduación de la UASD de la sus que escribe y la del feriado del Trabajo, ésta última la que más disfruté. Pero, no se podrá.

¿Razones? Para cuando mi fuente de quincenas felices me deje tiempo libre, ya las elecciones, que son el tema actual, habrán borrado las perspectivas alegres de la fiesta de las palabras. Y las madres y sus regalos de obligación consumista nos tendrán calculando presupuestos y evitando helados de yogurt.

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