Carlos De León: Del amor y otros demonios
Era verano de 2005. En el Palacio
Consistorial de esta ciudad hidalga coincidimos durante un curso de técnicas
narrativas. Él era casi niño, tenía muchas preguntas, muchas sonrisas. Yo era
joven y tenía claro que me gustaba la literatura. Para el reencuentro de enero
2009 en las piedras chavoneras, yo tenía una carrera y Carlos De León había
iniciado su camino por las artes visuales.
Siempre que el azar nos hizo compartir
espacio, la sonrisa y la alegría de Carlos eran contagiosas y su discurso fue
pasando de la niñez ingenua a la adultez más consciente. Por eso no me
sorprende cuando explica los criterios de selección de los medios de expresión
de esta obra ganadora, pero dolorosa también. “El primer criterio fue que los
elementos fueran inherentes a la experiencia en la cual me basé. Segundo, opté
por sutilezas; el contenido por sí mismo tiene mucha carga emocional y de eso
estaba consciente. No necesitaba decir más de lo necesario.”
Esta noche de octubre que nos hizo
coincidir una vez más, la alegría de De León nos volvió a contagiar a todos. El
premio que lo pone al centro del mapa artístico revela su sensibilidad
creativa. La pieza que le da este premio revela una realidad personal que
desconocíamos y que reafirma su capacidad de sobreponerse a la misma. “El nivel
de diálogo que esta pieza podría provocar sobrepasa mi interés de mantener el
tema oculto.”
El Concurso de Arte Eduardo León Jimenes
le compromete también, “a seguir creyendo en mí firmemente. Este premio cierra
todas las puertas al demonio de la duda.” Este premio también es una forma de
irle cerrando las puertas a los demonios dolorosos que acompañan el
planteamiento de esta obra. Entre balas de calibre 380 y una caligrafía
prolija, “Te Amo” habla de un tema que llena páginas de diarios, cementerios,
hospitales y vacía corazones, familias.
Ahora es noviembre de 2012. Con el joven
de 24 años seguiremos coincidiendo, si el azar conspira. Mientras, él continua
trabajando, “de manera formal, documentando la relación con mi familia, sobre
todo con aquellos miembros que me resultan más relevantes. No sé qué formas
esta documentación seguirá tomando, pero ahora eso no es lo más importante. Lo
esencial es mantenerme ocupado generando.”
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