Crónicas de ayer y hoy: La magia de la Navijazz

El plan de iniciar estas crónicas era justamente escribir sobre actividades que ya el tiempo hubiese relegado a la memoria, al pasado. Sin embargo, los caminos del arte están llenos de magia. Yo acabo de llegar de la Sala Julio Alberto Hernández del Gran Teatro del Cibao con el asombro en los oídos y el corazón. Yo había visto, por casualidad la promoción de este concierto, Navijazz, pero no le había prestado atención ni a los cantantes ni a la fecha. Hasta que recibí la boleta esta tarde. La idea era ir acompañada: indistintas razones hicieron que nadie se sentara a mi lado a escuchar las canciones de Navidad.

La Sala estaba apenas salteada por unas menos de 30 personas, sin contar técnicos ni a los propios músicos. Con unos 20 minutos de retraso, aparecieron en escena Rafelito Mirabal al piano, Gustavo Rodríguez en el bajo acústico, Oscar Almonte en la guitarra acústica, Otoniel Vargas en la batería, Cukín Curiel en la percusión. Chaqueta blanca y corbatines coloridos le daban un aire de glamour mientras los integrantes del grupo músico-vocal Tes a T interpretaron los tres primeros temas de un programa de 18 canciones navideñas y tres intervenciones literarias a cargo de la comunicadora Castalia Vargas.

El frío de la Julio Alberto Hernández formaba parte de la escenografía sencilla pero efectiva que nos puso a todos en ambiente navideño, no solo a través de los acordes y las letras sino también de las reflexiones que las intervenciones de Vargas iban generando en cada uno de los presentes en el estreno de esta producción musical benéfica.

A los caballeros de Tes a T le sucedió la danesa residente en el país, Retah Burton con White Christmas de Irving Berlin y Jingle Bells de James Lord Pierpoint. En The Christmas Song, Burton introduce a mi diva del jazz Sabrina Estepan, quien continuó contagiándonos de entusiasmo al margen de lo poco inspirador que puede resultar para un artista una sala prácticamente vacía. Cuando Estepan interpretó Noche de paz, se erizaron todos los pelos de mi cuerpo, excepto mi greña que ya lo está habitualmente.

La velada musical ya no era una promesa de calidad y disfrute: era real y todos pensábamos colectivamente, ¿por qué no hay más gente en esta sala? ¡Este concierto está genial y se lo están perdiendo! Y cuando no se podía esperar más, la santiaguera residente en Santo Domingo cantó a dúo con Alvaro Dinzey de Tes a T un singular Have yourself a merry little christmas que destacó no solo las capacidades vocales de ambos sino la solidaridad de la soprano al guiar a Dinzey en un idioma que no domina, pero que con su voz logró sobrepasar.

Aquí volvió Tes a T con Vamos al hogar de Misael Mañon y  Se oye un canto de varios compositores, a demostrar por qué son tan versátiles y efectivos en escena.

Se trataba de un concierto de jazz navideño, así que no podían faltar las versiones acústicas de Tamborilero, versionado por Mirabal, a piano solo. Luego Carlito Estrada, saxofonista donde los haya, fue acompañado por la banda en We three kings. Oscar Almonte también demostró sus dotes en Silver Bells.

El regreso de Burton para dos canciones más me pareció innecesario hasta que su interpretación de Merry Christmas Baby nos sacudió la calma y puso en perspectiva las reales posibilidades de su voz, apropiadamente acompañada de la guitarra eléctrica de Almonte, quien también volvió a lucirse.

Tes a T no podía marcharse de Santiago sin cantar Mi Burrito Sabanero, sello de la agrupación que pone música y voz sin instrumentos, pero que con la banda sonaban impecables.

El final con todos cantando Santa Claus llegó a la ciudad coronó una hora y 15 minutos de concierto navideño.

Y cualquiera se preguntará: ¿y qué haces tú contando tan aprisa este concierto? Pues porque mañana reponen el repertorio y de verdad, no quisiera que nadie más se pierda la oportunidad de escuchar y sentir lo que yo escuché y sentí. Así que no importa si lo hacen por ayudar al Centro de la Juventud y la Cultura De La Salle-Cienfuegos, o porque es "cool" oír jazz o porque les convencí con esta crónica: NO dejen de ir mañana a la Julio Alberto Hernández del Gran Teatro del Cibao a las 8:30 de la noche (puntual porque sospecho que mañana sí empezarán a tiempo).

No se van a arrepentir, lo juro por la niña de la espina y las ganas que tengo de irme a cenar cuando publique esta entrada.

Comentarios

El Poder de la Palabra ha dicho que…
Orgullosa de ti, querida Daniela, que las musas te sigan tocando de esa manera tan especial. Atte, Castalia
El Poder de la Palabra ha dicho que…
Orgullosa de ti, querida Daniela, que las musas sigan bendiciendo tu pluma de manera especial. Un abrazo, Castalia
Daniela Cruz Gil ha dicho que…
Gracia Castalia!

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