Error involuntario
Por razones saludables ajenas a mi voluntad, he cometido el error de no luchar el viernes, como siempre. Así que lo debo para la siguiente vez. Ya volveremos a vernos las caras: Ares, la poesía y yo. No pido perdón, para qué, si sé que siempre me perdonan los vivos de mi tristeza, los sobrevivientes de mi locura y a los muertos de mi felicidad no les importa.
Comentarios
Pero cuando lo he hecho es porque me he ido a vivir la poesía, que es mucho mejor que escribirla.