Frank Green: “Yo no sé si tú sabías”
Constatar que el rock siempre fue parte integral de su vida, el cambio fue asumirlo como su quehacer diario.
Terminamos a las seis. Era martes y la tarde se nos fue desentrañando los matices de casi dos décadas cantando rock en tantos escenarios disímiles, como él confiesa “hemos tocado en cárceles, colegios de monjas, convenciones empresariales, bodas, cumpleaños, bautizos, divorcios”. Frank Green sigue siendo el mismo joven de Villa Consuelo que usaba aretes, tenía tatuajes y escuchaba todo el rock que en este país y en esos años se podía escuchar.
La hotelería le dio todo lo que ha tenido: parejas, hijos, los amigos artistas, el grupo de rock fusión dominicano, vivir de la música además de vivir por ella. Recuerda muy bien cuando sus hermanas elogiaban su dominio del inglés en conversaciones con su abuela samanense. Tampoco olvida como pasó de animador a gerente en los hoteles en Puerto Plata: sus tatuajes le ayudan a recordar su paso por Venezuela y Canadá, su identidad dominicana y sus hijos, esas columnas que soportan su vida.
La primera vez era domingo, estaban en Hemingways. La banda era simplemente excepcional: Carlos Estrada, Eliezer Guzmán, Daniel Alvarez, Isdras Alvarez, Jaime Milanés, Joel Guzmán y Jochy Guerrero. Era marzo de 1994. Mañanaladie dejó de ser la cita para ensayar y se convirtió en la razón para desandar los caminos del éxito, de la fama y la fortuna de hacer lo que se quiere.
“La esencia mía es en vivo. Y esa debe ser la esencia de un disco de la Mañanaladie, debe ser en vivo.”Publicada en agosto 2011.
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